Apuntes sobre Ciclismo Urbano (1)

El ciclismo urbano está en crecimiento en todo el mundo, cada vez somos más quienes elegimos movernos en bicicleta por la ciudad. A su vez, se han evidenciado muchos beneficios tanto individuales como comunitarios en el uso de este medio de transporte.

Elaboramos este artículo con el fin de reunir y compartir cierta información fruto de la experiencia y la lectura, que hará de tu experiencia en bicicleta algo único mientras te mueves por la ciudad.

Hay diferentes tipos o clasificaciónes de bicis, las más conocidas son: las de montaña, las ruteras, las de ciudad y las de paseo. Además, se pueden encontrar diferentes talles (tamaño del cuadro) y rodados (tamaño de las ruedas) y debemos optar por los más acordes a la hora de elegir nuestra bici.

Para la ciudad parecería que las mejores son las del mismo nombre, sin embargo la elección dependerá de varios factores. Las bicicletas sin suspensión delantera pueden ser una pesadilla en las calles de Montevideo, así como los asientos pequeños y poco acolchonados. Por eso recomendamos chequear que el asiento sea cómodo y esté bien calibrado.

Los puntos de apoyo de nuestro cuerpo en la bicicleta son 3: asiento, manillar y pedales. Una correcta relación entre los 3 mejorará la experiencia de pedaleo. La altura del manillar se regula (por lo general) bajando o subiendo la potencia (o avance). La altura del asiento debería sobrepasar la del manillar.

Es MUY importante calibrar la altura e inclinación del asiento ya que el uso prolongado de una bicicleta mal calibrada puede ocasionarnos lesiones graves. Existe una fórmula para aproximarse a la altura ideal del asiento: multiplicar la distancia desde nuestra entrepierna hasta el suelo por 0,885 y trasladar el resultado a la bici, midiendo desde el eje de los pedales hacia nuestro asiento. Una vez hecho esto, para aumentar la precisión, debemos apoyar la cola en el asiento (podemos mantener el equilibrio sosteniéndonos con una mano en la pared) y estirar una de las piernas colocando el pié de la misma sobre el pedal en modo de pedaleo (apoyando la parte intermedia y delantera del pie). Esta será la posición ideal, llegar a la posición baja de los pedales con las piernas prácticamente estiradas, con una leve flexión en las articulaciones.

Si bien la inclinación del asiento depende del cuerpo de cada uno, debe ser tendiente a 0 grados con respecto al suelo, o sea, paralelo a este o con una leve inclinación hacia adelante, nunca hacia atrás. 

Existen técnicas de pedaleo que son fundamentales en el entrenamiento y la competición. Aunque sabemos que el ciclismo urbano tiene poco que ver con la práctica profesional como deporte, podemos aprender cuestiones técnicas como lo son el pedaleo redondo y la posición del pie. La técnica de pedaleo redondo se trata de una forma de pedaleo en donde hay constancia en el ritmo y en la fuerza aplicada en todas las fases del ciclo. Esto quiere decir que se deben considerar el terreno (bajadas o repechos), el viento y la velocidad que deseemos mantener como promedio para que (pedaleo redondo mediante) hagamos la elección del cambio que más se ajuste al ritmo deseado. El resultado final debe ser un pedaleo constante, tanto en bajadas como en subidas o con viento en contra, ajustando el cambio para mantener un ritmo y velocidad constante. 

Hay muchos accesorios para el ciclismo urbano, dependerá de cada persona la elección de los que considere necesarios. Aquí no abriremos una discusión sobre el uso del casco, pero reconocemos que hay posiciones encontradas al respecto. Hay quienes incrementan su sensación de seguridad portando casco, en ese caso lo mejor es conseguir uno. Algo similar sucede con el chaleco reflectivo, lo consideramos necesario cuando no hay iluminación o mucha niebla. Las luces como elemento de seguridad son claves, también es clave que los frenos y la transmisión funcionen correctamente.

Hay otros accesorios que pueden parecer menos importantes pero que aportan comodidad y seguridad.

Estos son:

•  Lentes (para protegernos del sol, de la suciedad y los insectos),
• Guantes (aumentan la estabilidad al tomar el manillar y en el caso de caídas nos permite protegernos en el contacto con el suelo),
• Broche o clip para el pantalón (sobre todo del lado de la transmisión) para evitar ensuciarse o engancharse la ropa en la transmisión.
• El calzado debe tener una suela rígida para evitar dolores o lesiones en los pies y tener un buen agarre sobre el pedal.
• Luces y reflectivos (una luz roja trasera y una blanca delantera puede ser una buena opción) además de los conocidos ojos de gato.
• Espejo(s).

Nadie desearía perder su bicicleta, por lo que es necesario contar con un sistema de seguridad efectivo cuando la dejamos sola. Lo que recomendamos es NUNCA dejarla en un lugar desolado y menos aún sin asegurarla. Las trancas más efectivas tienen forma de "U" y la mejor forma de asegurarla a una reja o barra metálica es pasando la tranca por una rueda y parte del cuadro.

Para las bicis que tienen las aberturas manuales de las ruedas, es recomendable complementar con lingas de acero u otra cadena o cambiar el sistema de mariposas. Si el asiento tiene el mismo sistema de mariposa y creemos que está en riesgo, conviene no dejarlo en la bici, así como las luces, inflador y bolso de herramientas.

Hay muchos comercios e instituciones que no tienen inconveniente si entras con la bici, incluso hay cada vez más bicicletarios y los parkings de la ciudad (decreto mediante) deberían tener uno. Visitar estos lugares es una buena opción, ya que todos sabemos que donde somos bien recibidos con la bici, volveremos. 

En la segunda parte hablamos del mantenimiento, el tránsito y algunos consejos para circular.

Estas recomendaciones son producto de nuestra experiencia circulando por Montevideo y representan opiniones que no pretenden ser unánimes, solamente aportar a mejorar la experiencia en el desplazamiento por la ciudad y estimular a quienes aun no lo han experimentado.